Crónica Trail Villalfeide

Trail Villalfeide

Lo prometido es deuda, y aquí traigo una pequeña crónica de cómo fue el Trail Villalfeide del pasado domingo.

Antes de todo, unos apuntes más bien generales. Diría, hablando del global de la carrera, que estoy contento. Cierto es, que creo que puedo dar más, y lo he dado en otras fechas, y que no ha sido mi mejor carrera. Pero a nivel deportivo, creo que he competido mejor de lo que venía entrenando, y eso me parece importante, ya que entrenamos para competir y no al revés. Y a nivel personal la he disfrutado mucho, muy buen ambiente, tanto con los corredores como con la gente que estaba viéndola en diferentes puntos.

Otro inciso, ha sido la primera carrera que uso los bastones, específicamente el modelo Black Diamond Distance. Los utilicé en las subidas, pero no en las bajadas, pese a haber entrenado con ellos en ambas partes. Mi conclusión es que fueron una gran ventaja para llegar con mejores piernas al tramo final. Los seguiré utilizando para carreras similares.

Entrados ya en materia, comenzamos con la salida que fue bastante rápida. Intenté ponerme en el grupo cabecero para comprobar el ritmo que llevaban, y rápidamente comprobé que no tenía piernas para ello y me dejé caer un poco pensando en lo que nos quedaba por delante.

Antes de la primera subida, y en los primeros tramos de sendero rápido, ya había pocos adelantamientos y estábamos más o menos establecidos. Un amago de salirnos del camino al no ver una marca, testimonial, y llegamos a la Canal del Tejo.

En la subida me encontré realmente bien, adelanté unas posiciones y me puse a tirar de un pequeño grupo con idea de ganar tiempo subiendo, ya que sabía que lo perdería en la bajada. Aproveché un pequeño descanso antes de llegar arriba del todo para aflojar y avituallarme, y sin darnos cuenta en un poco más de 30′ estábamos arriba.

Un pequeño tramo de bajada, tres pequeñas torceduras de tobillo habituales en mí por mi mala gestión de este tipo de tramos, y encaramos el Polvoreda hasta el último collado. Conseguí, en este tramo de subida, volver a agruparme con gente que me había pasado en la bajada.

Una vez en el collado, bajada al Valle del Marqués, más cómoda que la anterior y dónde no perdí tanto, y después de otro avituallamiento encaramos la subida definitiva al Polvoreda. Me costó un poco más de lo esperado, sobretodo a nivel muscular, pero al conocerla del fin de semana pasado, regulé bastante bien para llegar con fuerzas de cara al descenso.

Una vez coronamos, prácticamente ya sólo nos quedaba desnivel negativo. La bajada, como ya sabía, es bastante técnica, sobretodo los primeros kilómetros. Y sufrí de lo lindo, sólo perdí una posición, la cual recuperé después en el tramo llano, pero perdí mucho tiempo con respecto tanto a los que iban delante como los que venían por detrás y esto tengo que corregirlo.

Abajo, y tras un pequeño sendero favorable, un último avituallamiento, en el que aproveché a coger más agua (ha sido la carrera que más me he hidratado con diferencia) y los últimos kilómetros que son, casi sin excepción, muy favorables para correr rápido. Llegué a esta zona con piernas y pude correr bastante cómodo.

La entrada al pueblo de Villalfeide, y a meta, fue espectacular como siempre. Muy buen ambiente, gente dispuesta a animar y niños esperando que les choquen la mano los corredores, una de las cosas que más me gusta siempre en las carreras.

Y ahora a pensar en la siguiente, porque en poco más de una semana, nos volvemos a poner un dorsal para acudir a la Transvaldeónica. La manera de afrontar la carrera, en principio, será diferente ya que no creo poder estar recuperado del todo con sólo 13 días entre una y otra, pero aprovecharé para testar sensaciones.

Icono Camara Cundi Vega

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