Correr con la cabeza

CxM Truchillas 2018

Empezaré diciendo que soy el primero que debe aplicarse el cuento en este tema. La teoría me la sé, y en muchas ocasiones soy capaz de aplicarlo, pero hay momentos en los que no, en los que dejo que mi cabeza vaya por un lado y mi cuerpo por otro.

Os podría poner muchos ejemplos en los que simplemente con tener un pensamiento positivo he mejorado el rendimiento, ya sea en carrera, en entrenamiento o en el día a día. Es algo que se debe aplicar en cualquier ámbito de la vida, pero yo lo centraré en el deporte.

¿Cuántos momentos hemos tenido de decir no puedo más? Pues si que puedes, todo son escusas y lo tengo comprobado. Yo soy el primero que intenta que no le pase, pero reconozco que hay días, sobretodo en competición, que no te encuentras bien en un momento concreto, que las piernas no responden y que el único pensamiento que rodea la mente es el acabar la carrera de cualquier manera.

Pero, he comprobado que los días que ésto ocurre, el cambio de pensamiento, a veces motivado por una situación favorable en carrera, hace que todo se vea con otro color. Que una competición que das por «perdida» a nivel de resultados vuelve a «tener sentido». Pongo esas palabras o frases entre comillas porque ninguna carrera deberíamos darla por perdida o decir que no tiene sentido, al menos los deportistas de nuestro nivel, pero la cabeza funciona así.

A todos nos ha pasado pensar que vamos muy mal en carrera, tanto de sensaciones como de posición y algún aficionado nos canta la posición real y no es tan mala, incluso buena, y nos venimos arriba. ¿Dónde estaban esas fuerzas antes? O un entrenamiento que vamos pensando que estamos faltos de fuerzas, que llevamos unos días sin descanso y las series no nos van a salir y haces la primera y resulta que no está tan mal, el cansancio en ese momento desaparece. Este tipo de situaciones nos dejan claro que quien corre es la cabeza no las piernas.

Y yo mismo tengo un ejemplo muy claro que no soy capaz de controlar. Y es la poca tolerancia al calor extremo. Creo que en una gran parte esa sensación de ahogo o agobio es mental, pero es llegar a carreras con mucho calor y bajar el rendimiento drásticamente. Es curioso, porque compito mejor días nublados o incluso con lluvia o mal tiempo cuando para la vida en general odio ese tipo de climas adversos. Por tanto, creo que es totalmente mental esta sensación y quiero/tengo que aprender a controlarla y que no me afecte tanto como actualmente.

Pero momentos como éstos hay muchos y entrenar este tipo de situaciones y el control mental de las mismas es fundamental y nos puede dar un salto de rendimiento muy grande.

Icono Camara Organización – Carrera por Montaña Truchillas 2018

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